Copio las páginas 174 y 175 de SKAGBOYS, la precuela de TRAINSPOTTING:
NOTAS SOBRE UNA EPIDEMIA 2
Bajo el gobierno laborista de James Callaghan (1976-1979), la inflación y el paro aumentaron hasta alcanzar niveles de posguerra.
El cartel electoral del partido conservador reflejaba el espíritu de la época; en él se veían personas abatidas en la cola del subsidio del desempleo y el eslogan LABOUR ISN´T WORKING.
Tras la elección de Margaret Thatcher, en la primavera de 1979, la tasa del paro laboral se triplicó, pasando de 1,2 millones de parados a 3,6 millones en 1982, y se mantuvo por encima de los tres millones hasta 1986.
Durante el mismo periodo, el número de parados de larga duración aumentó hasta superar el millón de personas.
Se calculó que había treinta y cinco personas compitiendo por cada vacante.
Durante este intervalo, también se reemplazó el empleo a tiempo completo por empleo a tiempo parcial y cursos universitarios (muchas veces a tiempo parcial), que supuestamente servirían para "reconvertir" la mano de obra, con el fin de situarla a la altura de los requisitos del nuevo orden económico.
A lo largo de este periodo, las estadísticas gubernamentales se politizaron más que nunca; con veintinueve cambios en la forma de calcular las cifras de desempleo se consiguió que, en la práctica, fuera imposible establecer el total real. Cientos de millares de personas desaparecieron de las listas del paro, con lo cual cada vez era más difícil acceder a subsidios, y, además, sólo se contabilizaban como auténticos parados a quienes los percibían, en lugar de contabilizar a todos los solicitantes.
Al margen de todas las dispuestas políticas de esta era, hubo un factor irrefutable: cientos de millares de jóvenes de clase trabajadora del Reino Unido tenían mucho menos dinero en el bolsillo y disponían de mucho más tiempo. >>>
Y ahí entra en juego LA HEORÍNA.
Sombrerazo para IRVINE WELSH.
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