He comprado un libro para un trabajito, "la ética del hacker y el espíritu de la era de la información", de Pekka Himanen. Esperaba algo digno, no un ensayo-burla sobre las bondades de Linus Torvalds (Creador de GNU/Linux, que no de Linux, y cuya polémica directamente omite) y una diatriba contra la cultura protestante por el hecho de que los programadores disfruten del descanso (Bebiéndose una pepsi-cola, o, como dice sobre Eric Raymond, disfrazándose de guerrero de la Edad Media).
Este autor lo que hace es apoyarse en el celebérrimo libro "La era de la información" de Manuel Castells. Si la ética hacker, que tanto defiende, consiste en COMPARTIR y en ser TRANSPARENTES... ¿Por qué no publican sus libros en Internet? Con licencia Creative Commons o cualquier otra. Es la clásica hipocresía: Amnistía Internacional tampoco publica en la red sus enriquecedores informes anuales.
Según la ética hacker, no es preciso ser informático para actuar como tal. Si fueran congruentes lucharían contra las editoriales. Si nosotros actuáramos, dejaríamos de comprarlos, propondríamos alguna alternativa, miraríamos hacia otro lado... venceríamos nuestra patética parálisis.
Todo esto ocurre en un mosaico de cambios imprevisibles y rápidos. Ya se anuncia la batalla por ser el sucesor del DVD: HD DVD vs. Blue Ray. ¿Quién ganará? Además, también empezamos a ver los primeros efectos de la Televisión Digital Terrestre. En Wikipedia he encontrado un pronóstico muy interesante que habla de TDT y televisiones de alta definición:
La estrategia de implantación de la Televisión Digital Terrestre (TDT), seguida de los broadcasters norteamericanos, se apoya mayoritariamente en las emisiones de Alta Definición, lo que la convierte en un arma estratégica para la era digital. Aplazan para el futuro el empleo de las otras ventajas que ofrece la TDT. Un síntoma de la fuerza competitiva de la televisión de Alta Definición es que los operadores de satélite y cable se han lanzado a la oferta de emisiones y canales de Alta Definición. Los macrogéneros dominantes en la oferta de Televisión de Alta Definición de satélite y cable son, como en las estaciones de TDT, la ficción y el deporte, aunque hay una considerable presencia de la información e incluso alguna incursión en los servicios avanzados y de carácter interactivo.
La opción de tomar como motor la Televisión de Alta Definición ha actuado como elemento dinamizador y ha promovido la apuesta por competir en este terreno. Esto actúa como un elemento unificador de fondo que podrá favorecer la convergencia final de intereses entre operadores de Televisión Digital Terrestre, de cable y de satélite, aunque deja en segundo plano la apuesta por los servicios innovadores de carácter interactivo.
El espíritu de nuestro tiempo es un verdadero ASCO. Pero, eso sí, reconozco que no es aburrido.
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