Bigas Luna es un destacado guarrillo de la cinematografía española, pero reconozco que en Son de mar tuvo su acierto. Al final de la película, con Leonor Watling y Jordi Mollá muertos, hay un plano cenital con una voz en off que, acompañada por una música preciosa (Lo sublime empieza donde arranca la canción), dice:
"Si una fuerza prematura se lleva en ti una parte de mi alma, qué hago yo que soy la otra, la menos amada. Un día mismo traerá a ambos la ruina. A donde quiera me precedas, lo dos iremos, caminantes dispuestos a hacer juntos... el viaje sin retorno. Martina, he cruzado todos los océanos de esta tierra para saber que no puedo vivir sin ti".
Y entonces despiertan los muertos, ríen, y se besan. Se acabó... un final fetén.
Por otra parte, ya se está llevando a cabo la película sobre LANCE ARMSTRONG, donde se pide a las personas que cuenten su experiencia. El proyecto lo lleva Sony Pictures, lo produce el propio Armstrong y lo interpretará Matt Damon. Esto huele a propaganda ideológica barata... y así será. Pero bueno, habrá que verla, así veremos en pantalla también al bueno de Jan Ullrich (Mi eterno favorito, como sabéis).
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