La psicología podría explicar adecuadamente (O al menos, mediante hipótesis) muchísimas cuestiones: cómo se producen los déjà vu (Al menos tenemos descubrimientos recientes), de qué forma se ha soñado a lo largo de la historia (Toda un reto para la "arqueología del saber", que debería rastrear numerosos documentos para encontrar descripciones).
Sin embargo, la psicología se dedica a desarrollar test de pago, al igual que la sociología elabora estadísticas de casi cualquier cosa, en lugar de analizar sus propios métodos de verificación. Todo esto nos lleva a un tema recurrente en mis gayolas mentales: el escepticismo posmoderno. He encontrado un artículo de Raymond Boudon que quiero citar por su hábil conclusión:
¿Tendremos posmodernismo para siempre?
Mientras que para los posmodernos el progreso es un tema obsoleto, reclaman para el mismo posmodernismo el estatus de representar, por así decirlo, el fin de la historia intelectual de la humanidad.
Ahora, mientras que muchas fuerzas sociales y sobre todo las fuerzas sociales descritas por Tocqueville juegan en favor del escepticismo radical defendido por el posmodernismo, la debilidad de las teorías posmodernas juega fuertemente en su contra. Por otra parte, si el escepticismo radical es individualmente funcional, es evidente que colectivamente es disfuncional.
Si tuviera que hacer una predicción, diría que es muy probable que el posmodernismo pronto sea cosa del pasado, y que las teorías posmodernas sean un episodio de la historia de las ideas –más exactamente, de los movimientos intelectuales– pero no de la historia del conocimiento. Porque, en realidad, ¿qué nos enseñaron?
Grandioso final... muy escéptico, muy posmoderno :)
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