La biblioteca europea ya existe, pero España aún no participa. No sorprende, desde luego, pero decepciona. La batalla que se va a librar por la industria cultural será feroz cuando los contenidos se empiecen a digitalizar. Vivimos un momento de cambio que casi nadie puede aún imaginar, siquiera el visionario de Neil Postman en su libro Divertirse hasta morir. La pedagogía, como tantas otras disciplinas, va a sufrir una herida de muerte y habrá que estar preparados para levantarse. He aquí un extracto de la tesis de Postman:
Ha habido tres grandes crisis de la educación occidental. La primera ocurrió en el siglo V antes de Cristo, cuando Atenas cambió de una cultura oral a una escrita mediante del alfabeto. Para comprender lo que esto significó es necesario leer a Platón.
La segunda crisis tuvo lugar en el siglo XVI, cuando Europa sufrió una transformación radical como consecuencia de la invención de la imprenta. Para comprender lo que esto significó hay que leer a John Locke [[Pensamientos acerca de la educación]].
La tercera y hasta ahora última crisis ocurrió en Estados Unidos como resultado de la revolución electrónica, y en particular del invento de la televisión. Para comprender lo que esto significa hay que leer a Marshall McLuhan.
Yo matizaría esto último. Internet, y no la televisión, es el gran orbe. Lessig es para mí el nuevo gurú con su ensayo Por una cultura libre. El espíritu de nuestro tiempo es histérico, pero emocionante. En cuestión de 10 años podremos comprobar cambios radicales en la forma de entender la vida cotidiana.
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