domingo, 20 de mayo de 2012

ENTREVISTA CON EM GRIFFIN

ANDRÉS LOMEÑA: A first look at communication (ya va por la octava edición) aún no se ha traducido al español. ¿Sabe si veremos su manual en castellano en el futuro próximo?
EM GRIFFIN: Actualmente el texto de First Look se ha traducido al chino, al coreano, al polaco y al húngaro. No sé si hay planes con el idioma español. Quizás sea el último en saberlo. El ímpetu de la traducción viene desde dentro de otras culturas y países. Con la excepción de la edición húngara, no tenía idea del proyecto hasta que me enviaron un libro encuadernado. Con suerte, alguien en España o Latinoamérica está trabajando en ello; la iniciativa tiene que surgir de una editorial autóctona.

AL: Su libro podría ser una gran contribución académica porque las universidades españolas estudian a Armand Mattelart, Jean Baudrillard, Umberto Eco y Enzensberger (grandes pensadores, sin duda), pero habitualmente se olvidan de otros estudios de la comunicación. Los autores que he citado son europeos, así que quizás no se centró en ellos. En cualquier caso, me pregunto por qué no ha incluido a agudos pensadores estadounidenses como Noam Chomsky, George Lakoff o Erving Goffman. ¿A quién echa de menos en su manual?
EG: Has planteado la pregunta que continuamente asedia mi obra: ¿A qué teóricos debería haber dedicado un capítulo y en consecuencia, a quién debería omitir? Al principio de mi obra decidí asociar una teoría específica al teórico más conocido por esa teoría, más que bombardear a los estudiantes con los nombres de los teóricos que comparten esa perspectiva. Por ejemplo, si hubiera dedicado un capítulo a la teoría sobre la metáfora, habría tenido que decidir qué autores publicar: Aristóteles, Kenneth Burke e I. A. Richards son retóricos que me vienen a la mente. Lakoff sería el candidato que encabezaría una perspectiva cognitivista. Finalmente, cuando escribí sobre la perspectiva de la metáfora aludiendo a los tres retóricos en fragmentos de distintos capítulos (El significado del significado de Richards está disponible en el archivo de www.afirstlook.com), decidí no consagrar un capítulo a las ideas de Lakoff.
Cito a Goffman en mi capítulo del interaccionismo simbólico. Su etnografía de grupos es una investigación magnífica. Sin embargo, George Herbert Mead es el académico más conocido por fundar esa aproximación interaccionista, por lo que escribí un capítulo sobre su obra. Chomsky es, por supuesto, más famoso que otros teóricos de los que hablo, pero en Estados Unidos es quizás más conocido por sus posiciones políticas que por sus aportaciones al aprendizaje del lenguaje. Los estudiantes sienten curiosidad por su teoría de la gramática generativa, pero la mayoría (incluyéndome a mí) no está predispuesta a resolver de qué modo su conocimiento nos puede ayudar a ser mejores comunicadores.

AL: He visto hace unos días una miniserie televisiva llamada Black Mirror; hay tres episodios independientes que tratan el impacto de los medios sociales en las sociedades actuales y futuras. ¿Cuál es el camino para entender mejor el papel de los medios de comunicación de masas en la sociedad? En España leemos y releemos al genial Manuel Castells, a falta de otras respuestas.
EG: Francamente, no lo sé. Las cosas están variando tan rápido en el campo de los medios sociales que es muy difícil saberlo. El desarrollo de la teoría de los nuevos medios va a la zaga de la práctica, que también está cambiando. Sólo tengo una teoría en el texto de First Look que se centra en los medios sociales, el procesamiento de la información social de Walthers, algo que introdujo a principios de los noventa. Se han sugerido algunas otras teorías, pero éstas no han generado investigaciones que validen sus explicaciones y predicciones. Probablemente el mejor lugar para conocer las ideas novedosas en este campo es acudir a publicaciones académicas como Journal of Computer-Mediated Communication, New Media, o Communication, Culture & Critique. Uno de los artículos fundacionales de la visión positiva de la amistad creada a través de redes sociales es: Ellison, Steinfield, y Lampe, “The Benefits of Facebook ‘Friends’. Social Capital and College Students: Use of Online Social Network Sites”, de 2007. Por otra parte, Willam Deresiewicz publicó en 2009 una crítica bastante bien escrita sobre la amistad en Facebook.

AL: El efecto Streisand (amplificar los mensajes, imágenes o acciones cuando algo intenta prohibirse en la red, es decir, obtener el efecto contrario al deseado) es un fenómeno común en Internet. ¿Podríamos situar este acontecimiento cada vez más frecuente dentro de las teorías de la comunicación?
EG: Se me ocurre que si los académicos de los medios consideran el fenómeno Streisand como algo nuevo para nuestro campo, eso es porque no están familiarizados con las teorías de la psicología social que predicen las respuestas de la comunicación, en este caso la teoría de la “reactancia” bien estudiada por Jack Brehm. Esto es comprensible. La inmensa mayoría de los teóricos de los medios llegan a sus estudios desde una base interpretativa o crítica, lo que produce examinar los resultados empíricos de los psicólogos sociales con desinterés y hasta con desdén. El principio de reactancia sostiene que las personas llegan a generar motivaciones por la eliminación de una libertad en un comportamiento específico, o incluso por el riesgo de ser alejados de ese comportamiento. Lo que sucede es que intentamos restaurar esa libertad particular que fue amenazada o atacada. Así que cuando descubro que ya no puedo ver una foto de la casa en la playa de la actriz Barbra Streisand, ahora quiero verla, cuando antes eso me importaba bastante menos. Así es como los libros prohibidos llegan a convertirse en best sellers. De esta manera, considero el efecto Streisand como una validación magnífica en los nuevos medios de lo que los psicólogos sociales llamarían reactancia psicológica o, de forma alternativa, el principio de escasez [también se conoce, de modo más general, como psicología inversa].

AL: Según mi admirado Terry Eagleton, sólo encontraremos “más teoría” después de la teoría. Se repiten, por otros medios, las teorías marxistas, feministas, formalistas... ¿Ha encontrado algo interesante en las teorías de la comunicación en los últimos años?
EG: No estoy seguro de lo que Eagleton quiere decir ahí. Quizás sugiere que no hay realidad fuera de los modelos de la comunicación representados. Si es así, los teóricos que adoptan una posición fuerte en su entendimiento de la comunicación como “construcción social” aplaudirían esa observación de Eagleton. Ellos dirían que la comunicación no refleja la realidad, sino que más bien la crea. Esto sería coherente con el pensamiento postmoderno de Lyotard y Baudrillard. Personalmente, creo que nuestro lenguaje y maneras de hablar dan forma a nuestro mundo social. Por ejemplo, el modo en que hablamos con los amigos y sobre la amistad influye en cómo vemos las relaciones más cercanas. No hay una definición verdadera o precisa de la amistad. Aun así, me resisto a pensar que no hay una realidad física o metafísica “ahí fuera” que describe imperfectamente nuestro lenguaje.
En cuanto al marxismo, el feminismo y otras teorías a las que Mattelart se refiere, esos son aproximaciones críticas muy recomendables. De nuevo, siento que la llamada a la justicia social es necesaria en comunicación. El uso injusto del poder y la riqueza usados para controlar los canales de comunicación necesitan ser desenmascarados y reformados. Los académicos de la comunicación europeos en su conjunto y las teorías que Mattelart comenta favorablemente en su Teorías de la comunicación parecen apoyar este enfoque.
En cuanto a mí, he elegido presentar dos teorías con ideas marxistas en mi texto, la semiótica de Barthes y los estudios culturales de Stuart Hall. También incluyo un capítulo para una teoría de la comunicación crítica de las organizaciones y dos capítulos sobre diferentes teorías feministas. También valoro ciertas teorías de las ciencias sociales que hacen predicciones de “causa y efecto”, así como teorías interpretativas que no usan una visión crítica. Más que recomendar nuevas teorías que no han sido aún suficientemente verificadas, aconsejaría a los lectores interesados expandir su repertorio de teorías de la comunicación mirando en la sección “Theory Resources” de www.afirstlook.com y más tarde bucear en una o dos teorías que vean interesantes.

AL: Ha sido muy amable. ¿Algunas palabras finales?
EG: Sólo repetiría el dictum atribuido a Kurt Lewin: “No hay nada más práctico que una buena teoría”. Y eso incluye a aquellas que tienen presuposiciones más objetivas o más interpretativas, así como una gran variedad de contextos (interpersonales, de grupo, organizacionales, mediáticos o culturales). Creo que es aburrido y contraproducente limitar nuestra búsqueda a aquellas teorías que están en nuestra zona de confort.

Andrés Lomeña
20 de mayo de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario