miércoles, 26 de agosto de 2009

MI VIAJE A EGIPTO

Poco tengo que decir: he pasado 7 días geniales con Ana.

En cuanto al tipo de turismo (crucero, todo organizado por agencias), no puedo quejarme porque sabía a lo que íbamos... pero desde luego, terminé aborreciendo la cultura del regateo de los egipcios (yo no he comprado absolutamente nada allí, lo cual me ha ahorrado algún que otro engaño).

Nada que añadir, por tanto, al hecho de que este turismo sea "prefabricado", como de cartón piedra, porque ya desde hace años me di cuenta de aquella falsedad sobre viajar "con autenticidad" o sin ella. Ir por libre hubiera sido la misma historia: los circuitos turísticos serían los mismos y ellos te seguirían identificando como extranjero. Vivir "entre" egipcios o ver un ratito a los egipcios es la única disyuntiva posible... no se puede penetrar en una sociedad sin hablar su idioma, sin conocer a sus gentes, etcétera.

En definitiva, vi la antigua TEBAS (ahora llamada Luxor), contemplamos la maravilla del templo de Abu Simbel, también las pirámides de El Cairo, y algunas otras cosas. El mejor recuerdo que me llevo es la compañía, no sólo la de Ana, sino la del grupo con el que nos tocó compartir aquella semana (4 sevillanos, 6 catalanes, 2 vascos, un "malito" tipo Cube que resultó ser el mejor regateador y el más espabilao de todos cuantos había, etcétera).

No comentaré nada más del viaje porque tampoco me ha revelado grandes cosas ni tengo nada que aportar nuevo sobre mi visión del turismo contemporáneo. Eso sí, pongo un par de fotillos para quien le apetezca ver el lugar.



No explicaré mucho de las fotos. Algunas hablan por sí mismas... otras requieren demasiado espacio para explicar el contexto histórico-religioso en el que surgieron.



Aquí Anita y yo en Abu Simbel.



Y como no, me gustaría mostrar una imagen sociológica a la que podríamos llamar: EL HOMBRE Y EL ANIMAL. Juzguen ustedes sobre esta representación de la dominación:



Por último, las pirámides, que no se diga que no fotografiamos lo más típico de la segunda ciudad más poblada del mundo.





PS = No me resisto a incluir una foto con Manolo, un tipo parecido a Julián Muñoz que fue, sin lugar a dudas, el mayor personaje de todo el viaje.

2 comentarios:

  1. Jop. Cuando yo estuve en Egipto, Julián Muñoz andaba en el trullo... me lo pierdo todo...

    A mí el regateo no me mola, pero no lo veo mal. Es una economía en la que la oferta y la demanda se ajustan caso por caso en lugar de estadísticamente y a lo bestia... y una bonita oportunidad para que cada uno demuestre lo idiota que puede llegar a ser.

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  2. la prueba visual de la dominación es brutal... pues no parece que tuviera una polla enorme entre sus manos...

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